No hay vehículos o autobuses propiedad de la institución que estén disponibles para transportar a los estudiantes desde sus hogares hasta la escuela y viceversa.
Por lo tanto, los estudiantes y sus familias tendrían que hacer sus propios arreglos para el transporte, como caminar, andar en bicicleta, tomar el transporte público o contratar un servicio de transporte privado.
Es importante tener en cuenta que, aunque la institución educativa no cuente con un servicio de transporte escolar, sigue siendo su responsabilidad asegurarse de que los estudiantes lleguen a la escuela de manera segura y puntual. Por lo tanto, es recomendable que los padres de familia investiguen las opciones de transporte disponibles y tomen las medidas necesarias para garantizar que sus hijos lleguen a la escuela a tiempo y sin problemas.
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